QUIERO SARDINA conservo su invicto en Palermo

Pocos más de 54 segundos le bastaron a QUIERO SARDINA para dejar en claro que -lejos de un retiro que muchos presumían- su futuro en las pistas lo tendrá como animador de las pruebas de velocidad y -porque no decirlo- como uno de los principales aspirantes a pelear por el título de la categoría, durante la temporada en curso.

Su victoria en el Clásico Irlanda (G3 – 1000 metros), en el Hipódromo Argentino de Palermo, lo catapultó a lo más alto de la consideración y lo transformó en uno de los referentes de una categoría siempre interesante como la de la velocidad pura.

Parte del buen desempeño que llevó a cabo el vástago de MANIPULATOR, nacido en nuestro Haras la Pasión, tuvo que ver con el trabajo llevado a delante por su entrenador, Marcelo Sueldo – y su equipo de colaboradores-, quien debió recurrir a sus conocimientos para devolver a los primeros planos a un ejemplar que durante el segundo semestre de 2016 se dio el lujo de vencer en el Clásico Old Man (G3 – 1400 metros) a dos notables titulares de cotejos de G1 como LE KEN (EASING ALONG) y EL BENICIO (HURRICANE CAT).

Para entonces, el potrillo del Stud El Remanso llegaba con una foja perfecta en el Hipódromo Argentino, de dos victorias en igual cantidad de presentaciones en sociedad.

La primera en la reta (1000 metros) y la segunda en las doce cuadras (1200 metros) de arena. Siguió invicto en aquel trazado pero una lesión lo dejó fuera de las pistas por un tiempo y regresó en un clásico listado que se disputó en el Hipódromo de San Isidro, con una actuación para el olvido. Cinco meses después de su victoria en el citado G3.

Sin embargo, su gente siguió trabajando en la recuperación del nieto materno de LUHUK y su nueva presentación llegó en marzo de este año -tres meses después del paso en falso sobre el césped- con un destacado segundo lugar en el Clásico Juan Lapistoy (1100 metros), en la arena del Hipódromo de San Isidro.

Su recuperación definitiva se concretó en el Clásico Irlanda (G3 – 1000 metros), al cabo de 5s22/100, donde se adelantó por ocho cuerpos a CHE PATRON KEY, uno de los ejemplares más parejos que tiene la categoría, incluso ganador en los tres escenarios principales de Argentina.

No fue carrera el G3. Fue un monologo en el que el caballo dirigido por Osvaldo Alderete recuperó la senda de la victoria y mantuvo perfecta su campaña de Palermo, con un póker de halagos, entre los que se cuentan dos éxitos de grado tres (G3).

QUIERO SARDINA está de regreso y con su retorno ha vuelto un caballo diferente. De esos que invitan a soñar con empresas mayores, como las que buscará en su pelea por el título de la categoría. Al fin y al cabo, tras lo demostrado en Palermo, calidad le sobra...