QUIERO SARDINA y un triunfo que invita a soñar.

Existen triunfos, incluso algunos de corte jerárquico, que suelen pasar desapercibidos; y están los otros, los rutilantes, que quedan grabados y despiertan emociones de las más interesantes.

El éxito de QUIERO SARDINA (MANIPULATOR) en el Clásico Old Man (G3 – 1400 metros) no sólo sirvió para mantener su campaña sin fisuras -con tres impactos en la misma cantidad de actuaciones- sino que además lo catapultó a lo más alto de la consideración general por el hecho de vencer a uno de los referentes de la generación: LE KEN (EASING ALONG).

El potrillo nacido en el Haras la Pasión pudo con el hasta entonces invicto hijo de Easing Along, que hasta el momento del G3 era ganador en sus tres salidas, incluyendo el Gran Premio Montevideo (G1 – 1500 metros) y el Clásico Crespo (G3 – 1500 metros), ambos en Palermo.

Pero esta vez fue diferente, el invicto que entrena Marcelo Sueldo, del Stud El Remanso de Corrientes, se mostró superior al del Stud – Haras Pozo de Luna y los superó por dos cuerpos y medio, en 1m21s81/100.

Quiero Sardina se convirtió en el XXX ganador clásico nacido en Haras la Pasión y lideró el 1-2 de hijos de padrillos que actúan en nuestra cabaña pues tanto MANIPULATOR como EASING ALONG cuentan con desempeño en dicho establecimiento.

Lo mejor de todo es que Quiero Sardina sigue invicto y aprobó con creces el aumento de distancia y el salto al plano jerárquico. Se impuso por cinco cuerpos la tarde de su debut en la recta de arena y luego venció por doce largos en las doce cuadras del circo metropolitano.

Ahora se lució en un G3 sobre 1400 metros, como para soñar en grande con futuras proezas.

La tarde del viernes 15 de julio fue más interesante aún para el Haras la Pasión pues en el Clásico Manuel Guiraldes (G3 – 1400 metros), entre potrancas de tres años, se impuso al filo del disco PLAINSWOMAN (ZENSATIONAL), del Stud – Haras Futuro.

La tordilla forma parte de un convenio de cría entre La Pasión y Futuro y su victoria en un G3 de corte selectivo no hizo más que aportarle otro motivo de festejo para nuestra cabaña.